La Junta Internacional para el Control de Estupefacientes (JIFE), que se enmarca en el sistema de Naciones Unidas, alertó este jueves sobre una posible infiltración del narcotráfico en las fuerzas de seguridad de Venezuela que habría tomado forma a través del Cártel de los Soles.
"Hay indicios de que en la República Bolivariana de Venezuela los grupos delictivos han logrado infiltrarse en las fuerzas de seguridad gubernamentales y han creado una red informal conocida como el Cártel de los Soles para facilitar la entrada y salida de drogas ilegales", reza el informe anual de la JIFE sobre 2019, publicado este jueves.
La JIFE enmarcó esta supuesta infiltración en los movimientos que han realizado en los últimos años las organizaciones criminales de la región para enviar "grandes cantidades de drogas ilícitas a Europa y Estados Unidos desde Colombia, pasando por la República Bolivariana de Venezuela".
"Para controlar ese tráfico, en particular el tráfico de cocaína a través de Centroamérica con destino a Estados Unidos, los grupos delictivos organizados controlan los puertos marítimos y utilizan aeronaves ligeras con las que realizan vuelos ilegales", precisó.
La JIFE señaló que "los cultivos ilegales de coca en Suramérica han crecido de forma constante" en los últimos años, pasando de las 120.600 hectáreas de 2013 al récord de 245.000 que se registró en 2017.
"El área total de cultivos ilegales de coca en la región en 2018 no se pudo estimar en 2019 debido a la falta de datos de Perú", aseguró la JIFE, un órgano independiente creado por la Convención sobre Estupefacientes de 1961.
También llamó la atención sobre "el creciente potencial de producción de clorhidrato de cocaína en Colombia", que ha aumentado un 5,9 por ciento hasta las 1.120 toneladas, a pesar de que los cultivos ilícitos de coca se redujeron un 1,2 por ciento en el país durante 2018.
Además, la JIFE rescató que "los problemas vinculados a la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilícitas han seguido generando inseguridad y violencia en la región". De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Venezuela, Colombia y Brasil superan la tasa media de homicidios de la región.